Vepez anuncia su retiro de Puerto Deseado tras incidentes violentos y pone en riesgo 200 empleos.

El propietario de la empresa pesquera denunció un ataque organizado en la planta frigorífica y confirmó el cese de actividades en la localidad, agravando la crisis laboral y económica en la región.

En un anuncio que genera alarma en la comunidad, Luis “Gringo” Jones, propietario de la empresa pesquera Vepez, informó este sábado su decisión de retirar la compañía de Puerto Deseado, luego de un violento incidente protagonizado por un grupo de estibadores en la planta frigorífica. La medida pone en riesgo 200 puestos de trabajo, afectando tanto a empleados directos como contratados a través de cooperativas.

El hecho que desencadenó la decisión ocurrió al mediodía, cuando un grupo encabezado por un individuo identificado como “Blatt” bloqueó el ingreso de un camión con langostinos frescos destinados al procesamiento. Según Jones, los atacantes, a bordo de varios vehículos, agredieron al personal que se encontraba iniciando su jornada laboral.

“Fue un ataque organizado con un nivel de violencia que no habíamos experimentado antes. La seguridad de nuestros empleados está en riesgo y no podemos permitirlo”, expresó Jones.

El empresario detalló que este no es el primer conflicto que enfrentan desde que comenzaron operaciones en julio, pero afirmó que la magnitud de este incidente, junto a la falta de garantías de seguridad, hace insostenible la continuidad de la empresa en la localidad.

Vepez, que había adquirido la planta al Grupo Arbumasa hace apenas cuatro meses, emplea a 104 trabajadores directos bajo convenio y a más de 100 contratados a través de cooperativas, generando un impacto económico significativo en Puerto Deseado.

“La decisión de retirarnos no fue fácil, pero no podemos seguir trabajando en un entorno donde nuestros empleados y nuestras operaciones están constantemente amenazados”, aseguró Jones.

A pesar de haber recibido respaldo del gobierno provincial para promover el desarrollo de la actividad pesquera, Jones lamentó que las condiciones de inseguridad superen cualquier avance logrado. Además, confirmó que las denuncias correspondientes han sido presentadas ante la justicia y pidió medidas urgentes para identificar y sancionar a los responsables.

“Estos actos violentos no son representativos de los verdaderos trabajadores y sindicalistas de la región, sino de matones que perjudican no solo a nuestra empresa, sino a toda la comunidad pesquera de Puerto Deseado”, afirmó Jones.

El retiro de Vepez se suma a una serie de conflictos que han afectado al sector pesquero local, aumentando la incertidumbre sobre el futuro económico de una ciudad que depende en gran medida de esta actividad. La salida de la empresa representa no solo la pérdida de empleos, sino también un retroceso para la estabilidad de una industria clave en la región.

Jones expresó su esperanza de que las autoridades actúen para garantizar la seguridad de las empresas que permanecen operando en la localidad. “Puerto Deseado tiene el potencial de ser un polo pesquero de referencia, pero eso solo será posible si se erradican las amenazas y se protege a los trabajadores honestos”, concluyó.

El retiro de Vepez deja un panorama desolador en Puerto Deseado, marcando un llamado de atención urgente para abordar los conflictos laborales y garantizar el bienestar de las empresas y sus empleados.

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